Rome Total War Alexander. Asaltamos Epidammos
Una vez debilitadas las tropas enemigas nos atrevemos a realizar el primer asalto a un enclave enemigo en nuestra orilla, asaltamos Epidamnos, pero esta vez no tenemos Espías que nos orienten de la situación del enclave ni que nos de la posibilidad de asaltarlo inmediatamente, ya que podrían abrirnos las puertas.
Ya he comentado anteriormente que lo mejor es encontrar poca resistencia en cada brecha que abran nuestros arietes, en este caso contamos con dos de estas máquinas. Así que he dividido las tropas para al mismo tiempo dividir las del enemigo.
Fig 2. Habitualmente siempre protejo la maquinaria de asedio formando una especie de U frente a la brecha que vallamos a abrir ya que a veces el enemigo le da por salir y nos jode la historia.
Fig 3. Segunda BrechaFig 3. Tras destruir el Portón enemigo abro otra brecha al lado.
Fig 4. Entro con una tropa de Hoplitas por la segunda brecha, haciendo que la tropa enemiga que vigilaba el Portón se abalancen sobre ellos, y observamos como una nueva tropa enemiga se aproxima hacia nosotros. Tengo tres tropas de Hoplitas junto al Portón. Una de ellas la sitúo para dar caña por la retaguardia a la que se abalanza hacia los Hoplitas que ya tenemos dentro. Las otras dos encarando a las nuevas que se aproximan.
Fig 5. Lo más difícil ya está hecho, entrar. Ahora utilizo la caballería para atraer las tropas enemigas que impiden la entrada a la otra parte de mi ejercito.
Fig 6. Una vez eliminada la resistencia uno de nuevo al ejército y partimos hacia la plaza del enclave.
Fig 7. Si es necesario divido de nuevo al ejército para rodear la plaza.
Fig 8. Termino atacando por varios frentes a la plaza.
Lógicamente no siempre se actúa de igual manera. Para esta ocasión lo he hecho así y espero que le sirva de ayuda a alguien.
Consejos
-Como en cada brecha que hagamos en las murallas tenemos que poner al menos una de nuestras tropas, es bueno dejar para última hora las brechas de murallas defendidas por arqueros enemigos u otras unidades con armas arrojadizas. Los Honderos, por ejemplo, son muy dañinos, ya que disponen de muchísima munición, y mientras decidimos entrar por un sitio u otro nos harán muchas bajas. Podéis ir observando el porcentaje de daño que vayamos haciendo a la muralla y cuando llegue al noventa por ciento, parar el ariete. De este modo estará a punto para el asalto final.
-Hay que observar detenidamente las murallas antes de decidirnos a asaltarla, ya que a veces hay sitios más favorables que otros, incluso puede que encontremos zonas que por alguna razón no dispone de torres defensivas.
-En el Campo de Batalla procurad no hacer correr a vuestros muñequitos, a no ser que sea necesario, ya que se cansan con mucha facilidad. Es preferible que vayan andando. Podéis compensar la espera aumentando la velocidad del juego con los controles que aparece junto al mapa de batalla, abajo a la izquierda.
-Si nuestra economía es buena es conveniente contratar mercenarios con armas arrojadizas. Tras la conquista del enclave conviene licenciarlas.
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